El lunes 3 de junio se dio inicio al paro indefinido convocado por el Colegio de Profesores tras las molestias por el “portazo del Gobierno” ante el petitorio que venían desarrollando en mesas de trabajo desde 2018.
Inicialmente eran 11 los puntos enumerados por los docentes movilizados, entre los que destacan la deuda histórica, el agobio laboral, la titularidad de las horas de extensión y el fin al doble proceso de evaluación docente.
En medio de la convocatoria se sumó el punto N°12: los cambios curriculares aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) que establecen, ente otras cosas, que las asignaturas de Historia y Educación Física pasarán a ser optativas a partir de tercero y cuarto medio.
Pero el gran alcances que estas movilizaciones docentes, no involucran a los Asistentes; entonces cuando terminen las movilizaciones, los docentes tendrán que recuperar las clases hasta el 15 de enero y como lo harán si los Asistentes de acuerdo al artículo 41 de la ley 21109 les corresponde el descanso por la interrupción del periodo escolar, hay unos que dicen que el periodo de interrupción se corre hasta el 15 y otros definen como fin del año lectivo el 30 de diciembre de acuerdo al calendario escolar.
Finalmente, paros, protestas, movilizaciones, suspensión de clases, es un tiempo curricular perdido, pues se pierde el sentido de la planificación y de la organización escolar.