A través de una circular judicial, el recinto comunicó que acatará la instancia que asevera que los estudiantes de 8° básico a 4° medio deberán dejar los aparatos en la rectoría o en los recipientes especiales que contará cada sala de clases.
Lo anterior se decidió luego de que una riña interna fuese grabada por los propios alumnos.
Si un alumno necesita usar su teléfono, deberá pedirle autorización al profesor correspondiente de forma momentánea «para luego dejarlo bajo custodia».
La resolución sostuvo que si alguien viola la regla, el apoderado deberá ser citado a declarar al Tribunal de Familia.
«En caso de que haya un alumno o alumna que incumpla la ordenanza, el colegio deberá remitir los antecedentes al tribunal, indicando el nombre del apoderado respectivo y domicilio para adoptar las medidas que sean pertinentes».